Lisboa es conocida como la ciudad de las siete colinas debido a su ubicación, que se extiende a través de empinadas laderas que dan al Río Tajo. Romántica y cosmopolita, la ciudad presenta sus típicos tejados rojos a los visitantes que quieran conocer cada centímetro de la ciudad.
Déjate sorprender por su belleza natural y su ambiente relajado. La capital portuguesa ofrece una gran cantidad de museos, bibliotecas, un gran puerto, iglesias y palacios y unas vistas impresionantes del Río Tajo. Considerada una ciudad caótica, antiguamente, en los siglos XIV y XV, Lisboa era parte del vasto imperio que se extendía desde Brasil a la India. La razón de esto fue la Exposición Universal celebrada en 1998, se construyó un nuevo puente sobre el Tajo y la red de metro de la ciudad fue remodelada.
Desde ese momento, ha seguido acogiendo numerosos eventos como la Eurocopa de 2004 o los Premios de la Música de la cadena MTV en 2005. Muchos de sus edificios más bellos datan de los siglos XIV y XV, especialmente los ubicados en el distrito de Belem. También hay muchos edificios del siglo XVIII, que se encuentran principalmente en la zona de Baixa, en el centro de Lisboa, y que fueron reconstruidos casi por completo después de un devastador terremoto que afectó a la ciudad en 1755.
El centro histórico de la ciudad, situado en Las Siete Colinas, presenta calles empinadas y callejones pintorescos. En el lado oeste, se encuentra el Parque Florestal de Monsanto, el pulmón de Lisboa, con una extensión de 10 kilómetros. Se corona como uno de los parques más grandes de Europa.
El majestuoso puerto de la capital cuenta con 3 muelles de uso común para varios cruceros y es, actualmente, el puerto más activo en la costa atlántica europea. Lisboa es una ciudad con siglos de historia y con una actitud ambiciosa, casando lo histórico con lo moderno, lo tradicional con la vanguardia. Por eso, no es de extrañar pasear por el casco antiguo, escuchar el tradicional fado en pequeños restaurantes y adentrarte en el barrio de Bairro Alto, y escuchar en sus estrechas calles canciones de jazz, reggae o música electrónica hasta el amanecer.
Por eso, Lisboa se presenta ante el mundo como una ciudad cosmopolita y animada, con alternativas para todos los gustos.